EL FERROCARRIL EN LA ARGENTINA
El 29 de agosto de
1857 una pequeña locomotora bautizada “La Porteña ”
conducida por el maquinista de origen italiano llamado Alfonso Corazzi hace
sonar el silbato e inicia un breve recorrido entre la estación del Parque (en
la actualidad se levanta el Teatro Colon) hasta la estación Floresta, había
comenzado su vida en la
Argentina , el ferrocarril.
La primera empresa
ferroviaria se denominó FERROCARRIL DEL OESTE y fue propiedad de la provincia
de Buenos Aires durante el gobierno de Bartolomé Mitre. La empresa se
denominaba “Sociedad camino de hierro de Buenos
Aires al Oeste”, lo que en la actualidad es la empresa TBA Sarmiento. A esa
empresa la conformaban los señores Felipe Lavallol, Francisco Balbín, Bernardo
Larraonde, Mariano Miró, Daniel Gowland, Manuel José de Guernica, Norberto de la Riestra , Adolfo Van Pratt,
Esteban Rams y Vicente Basavilbaso, que son recordados con sus nombres en
estaciones de las provincias de Buenos Aires, La Pampa , Santa Fe y Entre Ríos.
LA PORTEÑA EN EL MUSEO DE LUJAN
La principal
característica fue que el primer ferrocarril en nuestro país fue de propiedad y
capitales argentinos que excluían al capital extranjero sobre todo al
británico. Además del mencionado también fueron de capitales nacionales (nacionales, provinciales o privados) el Ferrocarril Entrerriano (1886), el
Ferrocarril santafecino (1885), el Central Entrerriano (1887) y el Central
Norte Argentino (1876), esto hecha por tierra la teoría y la creencia que
fueron los ingleses quienes construyeron los ferrocarriles en la Argentina , claro que ellos
empezaron a construir otros ramales como el Ferrocarril Sud (el ex ferrocarril
Roca) y la mala competencia con el Ferrocarril del Oeste que era muy prospero
tuvo que ser vendido por sus propietarios alentados por el propio gobierno
Nacional pro-británico al capital extranjero, d esa manera el principal
opositor desaparecía para que progresaran los ferrocarriles ingleses en nuestro
país.
Pero volvamos aquel
mes de agosto de 1857 cuando la primera línea férrea argentina de 10 kilómetros de
extensión quedo inaugurada. El oeste de la provincia de Buenos Aires sería el
objetivo de la empresa, ya en septiembre de 1858 a solo un año y un mes
del nacimiento de la línea esta llegaba a Morón y en Febrero de 1860 a Moreno a 36 kilómetros del
punto de partida. Al comienzo de la
Guerra de la triple Alianza en 1865 el FC del Oste llega a
Mercedes y ese mismo año se autoriza su prolongación hasta Chivilcoy, pero la Argentina a causa de la
política británica que la arrastro a la guerra con el país hermano del
Paraguay, observara sin objeciones oficiales como comienzan a inmiscuirse en la
política ferroviaria con la construcción del Ferrocarril del Sud haciéndole la
competencia a la empresa nacional rebajando los aranceles y otras medidas que
terminaran con nuestro primer ferrocarril nacional.
Por estos años el
ferrocarril de los ingleses (FC del Sud) ha alcanzado la estación de Jeppener a
77 kilómetros
del punto de partida pero en 1872 este ferrocarril esta estancado en Chascomus
y parece que el ferrocarril del Oeste va a ganar la pulseada pero la corrupta
política de esos años y la habilidad de la diplomacia británica hace que el FC
del Sud reciba onerosos aportes de parte del tesoro nacional, aunque el
ferrocarril provincial sigue a pesar de todo con su ímpetu y en 1877 llega a
Bragado y cinco años mas tarde se inaugura la nueva estación Once orgullo de
los porteños de esa época.
ESTACIÓN ONCE DE SETIEMBRE (CABA)
Una vez clausurada
la estación del Parque a comienzos de 1883 se habilitó el Segundo Edificio de
la estación Once que siete años más tarde pasaría a manos británicas. El
edificio que albergaba la doble función administrativa y ferroviaria presenta
un volumen compacto con planta baja y dos pisos presentando casi idéntica
fachada tanto sobre avenida Pueyrredón como frente a Plaza Once de Septiembre.
En su interior, la
nave estaba compuesta por una sucesión de arcos metálicos, con cubierta de
chapas e iluminación vidriada superior que albergaba varios andenes perpendiculares
al edificio sobre avda. Pueyrredón, porque aunque no lo crean es el resultado
de la unión de dos edificios con la inclusión de un tercero que amalgamó los
tres en un solo bloque monumental. El proyecto fue confeccionado por el
arquitecto holandés John J. Doler. Los dos edificios principales estaban
separados por un espacio donde circulaban tranvías y coches, pero el creciente
movimiento ya bajo la administración inglesa, hizo que fuera necesario un nuevo
proyecto de ampliación con la cual hoy uno puede observar dicha estación.
.
Otra estación
palacio construida por esos tiempo siguiendo los lineamientos de la llamada
Generación del 80, que quería mostrar al mundo las riquezas de un país que solo
era patrimonio de unos pocos, pero que la ciudad de Buenos Aires a través de
sus monumentales y costosas mansiones de los terratenientes contrastaba con las
modestas edificaciones y forma de vida del resto del país.
Desde 1890 las
cuatros compañías británicas que controlaban sistema ferroviario y comenzando
el siglo XX eran el Ferrocarril Buenos Aires al Pacifico (hoy Línea San
Martín); el Central Argentino (actualmente FC Mitre) y los que veníamos
mencionando el FC del Sud (hoy FC Roca) y
el FC del Oeste (FC Sarmiento).
Resultaba evidente
que tal crecimiento de los ferrocarriles requería la construcción de edificios
terminales acorde a la visión progresista de esa época de la oligarquía pampeana
y así también el resultado de la construcción de la estación Constitución del
Ferrocarril Sud, ya que el incremento del volumen de cargas y de pasajeros
urbanos y localidades suburbanas además del aumento de los tonelajes de
productos a las terminales portuarias tornaron en obsoletas las estaciones
originales. A partir de 1880 la sucesión de estilos que caracterizó a la
arquitectura del eclecticismo se extendió también a las construcciones
ferroviarias primeramente a las estaciones terminales, luego a las intermedias
o de las grandes ciudades del interior, caso las estaciones de La Plata , Mar del Plata,
Rosario, Córdoba, Tucumán, inclusive las de Salta y Jujuy por nombrar algunas.
Un ejemplo de
afrancesamiento nos muestra la estación Plaza Constitución, la antigua cabecera
de 1864 que combinaba formas neo renacentistas y neo clásicas era para 1880 una
estación obsoleta.
ESTACIÓN PLAZA CONSTITUCIÓN
El proyecto de la
nueva estación fue confeccionado en Londres por los arquitectos del estudio
“Parr, Strong & Parr”, dentro del eclecticismo neorrenacentista victoriano
y posiblemente inspirados en el castillo de Maisons
Laffite que se encuentra en Francia.
La estación de dos
plantas tuvo que ser edificada sobre la anterior, pero fue necesaria su
ampliación adquiriéndose nuevos terrenos para la misma. La fachada sobria que
omite al reloj y los grupos escultóricos alegóricos mostraba un volumen central
con una cúpula con pizarra, franqueado por dos alas con acceso para carruajes y
volúmenes esquineros exentos y mansardas con bohardillas. Sobres las ventanas
del segundo piso hay arcos y tímpanos y las paredes revestidas de una especie
de almohadillado renacentista. Esta fachada palaciega oculta el tinglado o
cubierta vidriado de hierro empotrado en muros laterales con amplios vanos en
su parte posterior y en la parte superior un sistema de ventilas para la salida
del humo de las antiguas máquinas a vapor. Fueron necesarias luego varias
reformas y aumento de los andenes de pasajeros, también acorde a la época las
terminales ferroviarias se hicieron “puertas de entradas a las ciudades”
empezando a aglutinar gente no solo para viajar sino también para atender al
viajero, así se empezaron a instalar peluquerías y barberías, salones de
lustrados, locales de ventas de tabacos y cigarrillos, bombonerías, etc.
Nuevas reformas
edilicias, un volumen mayor de la cúpula central y más ornamentación
afrancesada que concluyeron en 1907.
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